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viernes, 26 de junio de 2015

Los Blusters


A 50 años de la formación de los Blusters, he decidido escribir algo de la historia del grupo, como tributo a los amigos que me han acompañado durante más de 3/4 partes de mi vida. Valgan estos párrafos como un homenaje a mis músicos, quienes compartieron y algunos aún permanecen haciéndolo, los placeres, satisfacciones y también los sinsabores de esta pasión que nos une.
Nunca pensé aquel verano de 1964, cuando empezamos a reunirnos a "charrasquear" las guitarras, que medio siglo después todavía estaríamos en las andanzas musicales del pop y rock. Mi papá desde el inicio me apoyó, a pesar de que prefería que siguiera con la música clásica y el piano. No solo me compró mi primera guitarra española, sino que también, aunque él pensaba que aquello no era música, poco tiempo después mi primera guitarra eléctrica. Gracias viejo, por haberme inculcado ese amor por la música y habernos apoyado desde aquellos comienzos.

Carlos Redondo fue mi primer "profesor" de guitarra. Se sabía unos cuantos tonos y en poco tiempo podíamos interpretar algunas canciones. Do-Fa-Sol y Mi-La-Si los primeros acordes. Apache, Magia Blanca, La Bamba y algunas "difíciles" como "Si tuviera un martillo"... Las repetíamos hasta el cansancio. Renato se incorporó rápidamente con su guitarra española y sentados en el murito de la casa de la esquina pasábamos horas tocando y cantando. Así nacieron los Blusters.
En un principio tocábamos cualquier cosa que fuera fácil de aprender (tres tonos), pero ese año empezamos a oír a un grupo que estaba revolucionando al mundo... los Beatles!
Con guitarras españolas no íbamos a ninguna parte en rock and roll, así que empezamos la tarea de convencer a los viejos de que nos compraran guitarras eléctricas. Tarea nada fácil y aún no sé como lo logramos. Recuerdo el día que fui con mi papá a la Nueva Chacao y salí con la guitarra Egmond azul de tres micrófonos y el amplificador Teisco. 
De paso mi papá también me compró en la tienda, el LP Trini López at PJ´s, que tenía La Bamba, América (I like to live in America) y "El martillo".
A Carlos le compraron una Hofner blanca y no recuerdo con que guitarra tocaba Renato, porque no sería hasta el año 1966, en aquel viaje que hicimos juntos a Miami, cuando compró la Fender Mustang. Si lo recuerdas Renato, por favor escríbemelo.
Solo faltaba la batería. Víctor (QEPD), el hermano de Carlos, no sé como hizo para conseguir una y se dispuso a aprender a tocarla. No tenía mucho ritmo, pero a nosotros nos sonaba bien. Me ofrecí para tocar en una fiesta en casa de César Tinoco en La Florida, los 15 años de Laura, la hermanita de César. Hasta nos pagaron, creo que Bs. 60 por el toque. Ya conté en mis memorias de juventud la anécdota del gordo García Arocha (QEPD), sentándose en la batería porque el se sabía I feel fine. Cada vez que oigo el redoble de la batería al finalizar el solo, me causa tanta risa acordándome del Gordo Humberto.
Ya para ese momento Víctor había "creado" el nombre de The Bluster. Sacado de un diccionario inglés español, nos dijo que significaba ráfaga de viento. Ahora cuando reviso me encuentro que significa "fanfarronería", es decir que toda la vida hemos sido unos fanfarrones y no lo sabíamos. Gracias Víctor, donde quiera que estés (Dios te tenga en su Gloria hermano y descansa en paz). Como hasta la palabra Bluster tenía el mismo número de letras que The Beatles, nos gustó y así nos empezamos a llamar!! Poco tiempo después, Victor, con su afición por el dibujo, se encargaría de pintar en el bombo de la batería de Luis Guillermo, el nombre del grupo, The Bluster, con letras exactamente iguales a la batería de Ringo incluyendo la T alargada hacia abajo.



Ya con un nombre y enfocados en el rock and roll, nos hacía falta un bajista y un cantante, porque ninguno de nosotros tenía una voz si quiera decente. Waldemar entró como cantante. No sabía nada de inglés y todas las canciones eran en ese idioma. Nos negábamos a tocar versiones en español, porque nos parecía "gallego". Pasábamos horas repitiendo en el tocadiscos las canciones y tratando de transcribirlas para poder cantarlas. Un desastre que nadie entendía. Jajaja!

Era la época de las verbenas en los colegios. Nuestro primer intento de toque en público fue en la del Don Bosco. Cargamos los instrumentos (batería completa en una caja de jabón y amplificador Teisko tamaño caja de fósforos) y llegamos al colegio. La iglesia estaba en construcción y recuerdo que nos ubicamos detrás de la tarima. Estaban tocando los Riviera y en ese momento sentí realmente por primera vez, lo que sería “hacer el ridículo”. En la tarima estaban Chuchú, Joe, Randy, Andrés Simón y Romer, algunos de ellos compañeros del Santiago, con sus trajes que parecían diseñados por el mismo diseñador de los Beatles (al menos así se veían), y unos amplificadores Ampeg tamaño lavadora, que colocaban inclinados hacia el cielo y hasta ruedas tenían. Con aquella pinta y aquél sonido, el público se vino abajo y nosotros también. Pánico mediado, regresamos nuestros perolitos al carro y creo que hasta el sol de hoy, los organizadores de la verbena nos andan buscando para que toquemos. Comprendimos el vil valor del dinero, así que tendríamos que reorganizar la banda. 


Nota al margen: Andrés Simón me hizo llegar por facebook un recorte de periódico de fecha 12 de marzo de 1965, el cual copio a continuación:



Hasta ahora me entero que era un concurso de bandas y que ganaron ellos. Si nos hubiéramos quedado, a lo mejor ganábamos... una pita, jajaja!! Gracias Andrés Simón. Un abrazote.

Waldemar se compró una guitarra que venía con un amplificador Silvertone en el estuche, pero como guitarrista no tenía vida con el grupo, sobre todo porque en ese momento Carlos, Renato y yo ya tocábamos guitarra, así que mejor se compraba una pandereta y seguía solo de cantante. Jejeje! Más adelante, Carlos se quedó con el pequeño amplificador del estuche e ideó la forma de que sonara como un distorsionador, utilizándolo como un preamplificador. Un genio Carlitos. 



Comentario al margen: Enviado por Carlitos para explicar el asunto del Silvertone.

HUGO: ANTE TODO UN SALUDO...!

EL USO DEL AMPLIFICADOR SILVERTONE. 

UN SÁBADO EN UNA PRÁCTICA EN CASA DE LUIS GUILLERMO, LLEGÓ ÉL, -LUIS G- CON UNA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA DE LA CASA FENDER, UN DISTORTION PEQUEÑO CROMADO, ¿RECUERDAS? EN AQUÉL ENTÓNCES COSTABA LA BICOCA DE Bs 350, NADA ECONÓMICO... SÓLO ÉL PODÍA HACER LA CONTRIBUCIÓN; AQUELLO FUE LA GLORIA PARA MÍ.... SATISFACTION SONARÍA MÁS QUE IDÉNTICO... PERO OH CIELOS... AL APARATICO, ERA ESO: un aparatico...!  SE LE PARTIÓ EL PLUG DE ENTRADA AL AMPLIFICADOR Y MURIÓ... LO DESARMÉ A VER QUE ERA ESO...NI IDEA, TRANSISTORES, CONDENSADORES Y UNA PILA DE 9 VOLTIOS.  Y COMO TENIÁ UN AMIGO CUYO PADRE ERA ING. ELECTRÓNICO, LE PREGUNTÉ QUÉ ERA ESO? SU RESPUESTA FUÉ FABULOSA! ESO ES SIMPLEMENTE UN MINI AMPLIFICADOR DE 5 WATTS CON UNA PILA DE 9 VOLTIOS, QUE ERA EL VOLTAJE DE LA PILA QUE USABA... LO QUE ME VINO A LA CABEZA SIN MUCHO ANÁLISIS ES QUE PARA RECUPERAR ESE SONIDO NECESITABA UN AMP DE POCA SALIDA...  SI LO CONSEGUÍA, SERÍA GENIAL!  CUANDO OCURRE LO DE LA GUITARRA SILVERTONE DE WALDEMAR, REVISÉ EL AMPLIFICADOR QUE TRAÍA EL ESTUCHE, EXACTAMENTE ESE QUE MUESTRAS -QUE NO SÉ DE DÓNDE DIANTRES CONSEGUISTE LAS FOTOS, ASUMO QUE INTERNET, PERO ME DEJASTE LOCO- Y DESCUBRO QUE ES DE APENAS 15 WATTS... UN POCO MÁS QUE "el aparatico" FENDER... NADA, ACTO SEGUIDO CONSULTÉ CON WALDEMAR SI LO PODRÍAMOS USAR Y ME DIJO Y PARA QUÉ MÁS PUEDE SERVIR, O LO USAS O LO BOTO... SIMPLE: LE SOLDÉ UN PLUG EN LOS CABLES DE LA CORNETA Y YÁ!  SE TRANSFORMÓ EN UN, YO DIRÍA EN TÉRMINOS DE HOY, "MEGA-DRIVE", PORQUE SI RECUERDAS, HABÍA QUE ADMINISTRARLE MUY BIEN LA MEZCLA DE VOLÚMEN DE ÉL, CON LA DEL PROREVERB... SI NO, OBTENÍA UN FEEDBACK ESTRUENDOSO CON EL RIESGO DE PERDER LAS CORNETAS DEL PROREBERB... PARA MÍ FUE EL MEJOR DRIVE QUE HE USADO... HOY VENDEN INFINIDAD DE MARCAS, PERO NINGUNO LE DA LA TALLA, AL PUNTO QUE UNA VEZ FRANKLIN, DE LOS HOLYDAYS, ME LO PIDIÓ PRESTADO JUNTO CON EL WAH-WAH GIBSON QUE YO TENÍA,  PARA TOCAR EN EL SALÓN VENEZUELA DEL CIRCULO MILITAR EN LA ELECCIÓN DE MIS PRINCESITA, QUE POR CIERTO GANÓ MARIA CONCHITA ALONSO... GUAO, ESE TIPO TOCABA -O TOCA- FABULOSO AQUELLO SONÓ MAGISTRAL; LO PRESTÉ CON LA CONDICIÓN DE QUE YO IBA, PORQUE SI NO, SERÍA UNA HISTORIA COMO LA DEL BAJO DE "MONO DE AGUA"... CLARO, TERMINARÍA DISTINTO... YO NO ERA PATOTERO Y POR TANTO NO RECLAMARÍA AL ESTILO DE ÉL... JA JA JA. POR CIERTO, FRANKLIN TENGO ENTENDIDO SE CASÓ EN MIAMI CON GABI LÓPEZ, HERMANA DE NUESTRO AMIGO DE SANTA CECILIA, CHARLIE LÓPEZ.

En respuesta a Carlitos, solo debo acotar que Franklin Holland es gran amigo de Francisco Llamozas allá en Kendall y se reúnen frecuentemente en su estudio a "descargar". Probablemente  a causa de esto, Francisco cambió la guitarra por el bajo. De paso también se reúnen con él, Eddy Gugliotta (Eddy and the Snobs) y Alvaro Falcón... Ufff! Contaré en la próxima crónica (Blusters reloaded) sobre el reencuentro con Francisco.
Un cordial saludo.

Continuando las crónicas. En relación al bajista, no creíamos que debíamos meter a otro músico, así que se soltó la moneda y yo gané... Nuevo problema. Conseguir un bajo.
En principio la opción de que mi papá me lo comprara ya había que descartarla, así que hubo que buscar uno prestado. Ya en mis Memorias de Juventud mencioné que Chuchú Díaz, mi compañero del Santiago, quien tenía su grupo Los Riviera, me prestó un bajo tipo violín, de caja como el de Paul, que de paso, no era de él.
Lo usé un tiempo, hasta que "apareció" el dueño en mi casa, "solicitándolo". Era lo que llamábamos en la época "un patotero" de San Bernardino, apodado "Mono de agua"... cualquier pelusa!!
Me quedé sin bajo, pero se presentó la gran ocasión de comprar el mejor de los hierros de todos los tiempos: un Fender Precision con el amplificador Fender Bassman. Si los hubiese conservado, valdrían ahora una fortuna!





Les pongo este link de un video, justamente de Trini Lopez tocando La Bamba, pero con el objeto de que observen al bajista, con un Precision Fender y el amplificador Bassman. Son exactamente los "hierros" que compré en 1965.



Ya para ese momento, consideramos que Víctor no tenía las condiciones, ni el equipo, para continuar de baterista y Waldemar nos habló de un muchacho que estudiaba con él en el San Ignacio. Un tal Luis Guillermo Degwitz... Tenía una batería Trixon y sabía como tocarla. Lo citamos para una prueba e inmediatamente lo metimos en el grupo. Además Luis Guillermo tenía un "plus", una casa en Lomas del Mirador con estudio y una terraza donde podíamos ensayar. El vil interés...!


Quedábamos entonces los Blusters definitivos: Carlos Redondo y Renato Dubois en las guitarras, Luis Guillermo Degwitz en la batería, el cantante Waldemar Bejarano y yo en el bajo. Waldemar se encargó también de representarnos y era el encargado de las "negociaciones económicas". Así se inició nuestra astronómica carrera musical!

Víctor, quien era estudiante de arquitectura, se encargó de pintar el nombre del grupo en el bombo de la batería, muy al estilo de los Beatles.

Corría el año 1965. Se oían los Beatles a toda hora y ya empezábamos a sonar en fiestas.
Con la presencia de Luis Guillermo, los contratos más frecuentes eran para fiestas en El Country, Las Mercedes o Valle Arriba, principalmente de celebración de quince años, aunque también tocamos en fiestas de clubes, muchas de ellas alternando con la Billos.
Ensayo en el ático de la casa de Carlos en Las Mercedes.

Muchos amigos tanto de Santa Cecilia, como compañeros del Santiago, se convirtieron en nuestros fans. Especial mención de mi gran amigo Hector Manuel Machado (QEPD), quien en más de una ocasión nos ayudó a hacer el transporte de los instrumentos a las fiestas. Más adelante hay una anécdota de Carlitos en relación a la compra de su guitarra Grestch y la ayuda económica que tuvo por parte de Héctor Manuel. En Santa Cecilia, el grupo de Tony, Fernando, Baby Face, Oscar y muchos otros cuyo nombre se me pierde, no solo nos acompañaban a los toques, sino que hasta de "guardaespaldas" hacían. No debemos olvidar que esa era la época de las patotas y muchas fiestas terminaban en golpizas. A los finales de los 60, otro gran amigo del Santiago, también lamentablemente ya fallecido, nos acompañaba a algunas fiesta y le gustaba cantar un  tema en particular, Eve of destruction. Era Rafael Emilio Márquez (QEPD). Años después, en nuestro regreso de los 90, lo volveríamos a encontrar en fiestas y nuevamente pedía el micrófono para cantar ese tema.

Luis Guillermo recibía discos de los Estados Unidos, bastante antes de que llegaran a las tiendas de Caracas, lo que nos permitía sacar temas que nunca se habían oído aquí. Fue el caso de Gloria, que se convirtió de inmediato en un éxito Bluster. Teníamos que tocarla hasta 3 veces en la misma fiesta y pronto nos conocerían como "el grupo que cantaba Gloria". Lo mismo pasó con el tema Hang on Sloopy, un éxito inmediato que sacamos a finales de 1965. Con Gloria, Hang on Sloopy, Satisfaction y algunos temas Beatles nos llovían los contratos y Waldemar se encargaba de que cada toque ganáramos más. Negociaba hasta sets extras en la madrugada, cuando la gente quería que siguiéramos tocando. Trabajo extenuante, pero divertido!

1965 fue el año en que viajé por primera vez a Boston. No era diferente allá. Los Beatles se oían en la radio constantemente. Ya habían pegado decenas de hits y ese año salió el Beatles 65, The Early Beatles y Help. Traje de Boston The Early Beatles y Help, además del album Out of Our Heads de los Rolling Stones, el cual tenía el principal hit de ese grupo, (I Can´t Get No) Satisfaction. Ese tema pasaría a ser uno de los emblemas de nuestro repertorio, por el resto de los tiempos. Recordando el efecto distorsión que había ideado Carlitos con el amplificador Lafayette, el sonido de su guitarra era idéntico al de los Stones. I can´t get no... Satisfaction!!.
Del álbum The Early Beatles saldría Twist and Shouts y del Help sacaríamos Ticket to Ride, otros de nuestros temas emblemáticos.
Entre los discos que traje, venía uno de un grupo llamado Sam The Sham and the Pharaons, que tenían entre los primeros lugares el tema Wooly Bully, otro éxito que sacamos y que por cierto, fue la única canción que cantó Renato durante su vida bluster.

Waldemar se había constituido en todo un empresario y como representante del grupo lograba buenos contratos para fiestas de la "alta sociedad" (¿lo de alta será por la cuenta bancaria?). Teníamos toques prácticamente todas las semanas y teníamos que practicar, así que también teníamos que esforzarnos el doble para los estudios.

1966

Año especial por mi graduación de bachiller y aceptación en la UCV para estudiar medicina. En verano viajé a Miami con Renato y allí se compró una guitarra Fender Mustang y el amplificador Pro Reverb. Así sonaba bastante mejor el grupo, aunque no teníamos amplificador para las voces. La Nonna entonces nos financió el amplificador Teisco blanco y allí se empezarían a enchufar los micrófonos. Poco a poco mejorábamos nuestro sonido y por supuesto sonar mejor significaba para nosotros sonar más duro.

En septiembre de 1966 empecé la carrera de medicina y en más de una ocasión tenía que llevar libros a las fiestas, para estudiar en los entresets. Waldemar siempre recuerda una fiesta a donde llevé el libro de parasitología y estudiaba para un examen. El chiste era "el nemátodo", jajaja!

Por alguna razón que no puedo recordar, ese año Renato y yo discutimos por algo y como personas adultas que no éramos, dejamos de hablarnos. Estuvimos tocando prácticamente 1 año sin dirigirnos la palabra. -Carlos dile a Renato que baje el volumen de su guitarra- y la respuesta inmediata era -dile a Hugo que no voy a bajar nada, que vaya a lavarse ese ...-
En 1967 tocamos en una fiesta en casa de Margarita Fingado y tocamos hasta la madrugada. Corría el Black Level hasta por el piso y como buenos músicos, nos pasamos de palos. A la 1 am cuando ya habíamos terminado el toque, el papá de la cumpleañera llamó a Waldemar y le dio un cheque por Bs. 500 para que siguiéramos tocando, así que seguimos casi hasta amanecer y por supuesto también tomando. Con la rasca, Renato y yo salimos abrazados de la fiesta. Jajajaja! Ni nos acordábamos porque habíamos peleado. 
Poco tiempo después, por una razón que tampoco recuerdo, Renato decidió salir del grupo. 

Eran tiempos de cambio y no tardaron en darse en los Blusters. Cuando salío Renato del grupo, necesitábamos a otro guitarrista. Carlos conocía a un muchacho medio hippie que tocaba la guitarra y a quien fuimos a visitar en Los Chorros. Francisco Llamozas entró como primera guitarra. Tenía una Gretsch Country Gentleman igualita a la de George Harrison. Una belleza de guitarra y lo mejor es que la sabía tocar.



1967 fue un gran año para Los Bluster´s. Tocamos en infinidad de fiestas, en casas y clubes de Caracas y hasta del Litoral. Recuerdo particularmente la de los 15 años de Virginia Moser, en la Colina Moser, donde alternamos con la Billo´s y pudimos sentarnos con los músicos (siempre lo hacíamos), coincidiendo con un tal Jose Luis Rodriguez.

Comentario de Carlitos: LA FIESTA EN CASA DE LOS MOSER

FUE PARA LOS QUINCE AÑOS DE SUSANA, SU HERMANA, NO DE ELLA... (esto lo confirmé con Virginia hace unos o tres o cuatro años, con motivo de una cena que tuve en su casa, exactamente la misma donde tocamos) Y LA ORQUESTA ERA LOS MELÓDICOS QUE ES PRECISAMENTE EN LA QUE CANTABA JOSE LUIS RODRÍGUEZ... POCO DESPUÉS TOCAMOS EN LOS QUINCE AÑOS DE RITA ELENA RIVERO EN LO CHORROS, TAMBIÉN CON LOS MELÓDICOS Y JOSÉ LUÍS RODRÍGUEZ...  ALLÍ ESTRENAMOS EL SISTEMA DE VOCES DINACORD, QUE NI IDEA DE CÓMO LLEGÓ A NUESTRAS MANOS.

Para los "legos", el Dynacord era un sistema para hacer eco. De hecho se llamaba Dynacord Echocord y tenía una cinta magnética en loop, que grababa y reproducía el sonido sin fin. No lo había comentado porque no me acordaba cuando empezamos a utilizarlo.



Seguimos con la crónica. Otra fiesta del recuerdo fueron los 15 años de la prima Marielba en Prados del Este, fiesta que el tío Benito también recuerda con risa, porque en la madrugada después del toque se desprendieron estruendosamente todas las cerámicas de los baños. Así sería el escándalo. Gloria, Hang on sloopy, Born to be wild, Satisfaction, a todo volumen. Ufff!
Ese año Carlos se compró la Gretsch y ya sonábamos realmente duro con los amplificadores que teníamos.

Otra anécdota enviada por Carlitos:


Un detalle que creo vale la pena uses en honor a nuestro amigo Héctor Manuel, tiene que ver con la confirmación de la belleza de su personalidad y amistad a toda prueba... Yo no había sacado buenas notas y quería cambiar la guitarra, ya la Höfner no daba mas. Conocí a Francisco y quedé sin habla al ver la Gretsch Country Gentleman que tenía... ¿como la conseguiste?- y el me suelta, el gordo Guzi en Sabana Grande tiene una, ve a verla... a los dos días estaba en la tienda viendo la Gretsch Tennesse... estuve una semana -digo yo- sin pensar en otra cosa que como planificar para decirle a mi papa que me la comprara... la Höfner me la había traído él de España... y no había notas que me dieran soporte para semejante "regalo"... le digo una noche, "papá, quiero hacer un negocio contigo: me esfuerzo, recupero el nivel de notas este mes, y... ¿me compras una guitarra nueva? el con su humor negro español me contesta... si ¿porque no? y... ¿el mes que viene? ¿que quieres? ¿UN CHURRO? ¡las notas tienen que ser este mes, el otro y el otro y el de mas allá... con o sin guitarra !!! Me entristecí... callé y me fui a dormir... hasta lloré... EL GORDO IBA A VENDER LA GRETSCH Y NO PRECISAMENTE A MÍ!!...



Pasaron dos días y voy a verla de nuevo... bueno, a ver si no la había vendido... ahhh que alivio, allí estaba aun... le digo que la quiero para mi... no la pongas en vitrina por unos días, ¿puedes? - no puedo, pero no te preocupes, es muy cara... no se venderá tan rápido... Pasan 15 días y fui a verla (léase vigilarla) dos veces más!! y finalmente mejoré las notas significativamente, para que no hubiera lugar a dudas. Viernes en la noche: le dejo la boleta a mi papá y me voy a dormir... él estaba en VV y llegaría tarde... en la mañana se va al hipódromo y no lo veo...  a la una llama a la casa y me dice que me vaya en autobús hasta el Don Luis, a donde siempre iba con sus amigos... cuando llego me dice tómate un refresco y siéntate allí... UNA HORA!!! la propia tortura china... en eso me llama para echar bromas y no le dejé espacio: ¿viste la boleta? y me responde... lo que te dije: este mes, el próximo y todos los de mas allá...!!! y le dije, claro, pero cumplí... esta bien, veremos... NOOO, me la van a vender... ¿cuanto cuesta? HAY PAPA !!! No era concha de ajo para aquél entonces... Bs. 2.500, ¿quéee? tú estás loco!... me puse pálido!!... no dijo más nada, saco la cartera y tomó un flamante billete -ERAN HERMOSOS- de 500 Bs. ... y me dijo, ve, apártala y lo demás lo resuelves tú!... le dí un besote y salí corriendo desde Chacaíto hasta la tienda del gordo. Le entregué los 500 y le dije, ahora sí, la quitas de la vitrina... en días te la pago...  el gordo se rió, la quitó de la vitrina y la puso en su estuche... llamé a Waldemar y le conté  lo que había hecho... lo cierto es que fuimos a casa de Héctor Manuel a hablar con él. Waldemar me cuenta que HM le pidió a su mama que le hiciera un cheque de Bs. 2.000 para prestármelos... El sábado siguiente, lloviendo, Hector Manuel me pasó buscando en el Corvair rojo y fuimos juntos a retirar la Gretsch... sin palabras... me esperó frente a la entrada del CC Chacaíto y fui a pie hasta la tienda...  What a Week... What a Friend !!!   Waldemar debe saber a ciencia cierta, cuanto tiempo estuve sin recibir un centavo, hasta cancelar el último a Hector Manuel... ese, nuestro amigo entrañable!!!


-Fin de la anécdota-

Ensayo en casa de Luis Guillermo. Carlitos con su Gretsch

Una anecdota que ya conte en una de mis memoriss de juventud fue la del 29 de julio de 1967. Ese dia tocabamos en la fiesta aniversario del Club Los Cortijos. Estuvimos toda la tarde haciendo el sonido en el club y a las 8 pm, cuando llevaba a l Carlitos a su casa en las Mercedes, la tierra se sacudio. Fue el terremoto de Caracas. La fiesta por supuesto se suspendio...
Otra fiesta del recuerdo, probablemente por conservar uno de los pocos documentos gráficos de esa época, fueron los 15 años de Marisol Delgado en Chuao. 
Carlitos se había comprado la Gretsch Tennessee y Francisco tenía su Country Gentleman. Nos sentíamos los Beatles de Venezuela. Waldemar se lució cantando y tocando las maracas en Jumpin´Jack Flash... Para el Walde, le transcribo la letra "real":


I was born in a cross-fire hurricane 
and I howled at my ma in the driving rain, 
but it's all right now, in fact, it's a gas! 
but it's all right. I'm jumpin' jack flash, 
it's a gas! gas! gas! 



También recuerdo los 15 años de Marielba en Prados del Este, fiesta que el tío Benito también recuerda con risa, porque en la madrugada después del toque se desprendieron estruendosamente todas las cerámicas de los baños. Así sería el escándalo. Gloria, Hang on sloopy, Born to be wild, Satisfaction, a todo volumen. Ufff!

Nota al margen: la prima Beatriz me acota que fueron los 16 años de Marielba (que no le quite a su hermana ni un año!!). Entonces de acuerdo a mis cálculos, esa fiesta fue en marzo de 1968, lo cual ubica la salida de Luis Guillermo después de esa fiesta. Perdón prima por revelar tu edad. Si fuera CC me hubiese llamado para que borre esa anécdota. Jajaja!

Luis Guillermo no pudo más con la presión de su mamá, quien no quería ver a su hijo como "músico" en las fiestas donde era invitado y hasta del cortejo y muy a su pesar, renunció a seguir tocando. Fuimos a ver a un grupo llamado los Caravelle, que estaban tocando en una verbena en el Parque Infantil del Country. Por cierto, por alguna extraña razón, gran cantidad de grupos de rock en Venezuela, se ponían nombres de carros, Mustang, Riviera, Barracuda, GTO, Caravelle y los más famosos de todos, los Darts y los Impala... No sé porque Victor invento los Bluster´s... probablemente con un nombre como los Camaro o los Mercedes Benz, hubiésemos tenido más fama... y de paso grabando canciones en español. Todos éramos pitiyanquis (algunos lo seguimos siendo...)

No sé cuanto ofrecimos por "el contrato" del nuevo baterista, pero el hecho fue que vino a nuestra banda, quién hasta hoy, no solo sigue siendo nuestro mejor baterista, sino también otro más de mi grupo de "mejores amigos"... más que eso, un hermano... Francisco Pérez Olivares (Pancho), a la sazón, también estudiante de medicina. El upgrade se sintió de inmediato (con el perdón de LuisGui), porque Pancho pasó a ser además, el líder vocalista. Dock of the bay, By the time I get to Phoenix http://www.youtube.com/watch?v=mUg5p3BncuQ, Pretty Woman http://www.youtube.com/watch?v=8x2tG4X0cdc  y I´m Coming Home http://www.youtube.com/watch?v=GZXcn5A0bek, harían "derretir" a las pavitas desde aquel entonces.


1968.

Colegio San José de Los Teques. Un mano a mano con los Memphis, quienes se habían hecho famosos con su versión de Noches de Blanco Satén. Por cierto que todos los grupos en esa época tocaban "versiones", poniéndole letras en español, cosa que nunca hicimos. Nos parecía "gallego". Tu la vas a perder, donde donde, el último beso y por supuesto, la vi parada allí, eran para nosotros simplemente "gallegadas". Se nos revolvía el estómago al oír aquellas canciones de los Beatles en el radiecito de la mujer que planchaba... tu la vas a perder, si, si tu lavas a perder... ¡Que horror!  Ahora de viejos, por esas cosas de la vida, si nos atrevemos a cantarlas y hasta nos gustan...Jejeje!
Vuelvo al San José de Los Teques. A los lados del escenario colgaban, en letras fosforescentes los nombres de los dos grupos y aquello se llenó a reventar. Esa tarde nuestros fans aplaudieron a rabiar; Francisco tocó Strange Brew como nunca y la voz de Pancho llenó aquel auditorium cual estrella del rock. ¡Que tarde aquella! 
Dedicada a los dos Franciscos: Strange Brew.


En relación a este toque, me acota Carlitos:

USAMOS EN EL SAN JOSÉ DE LOS TEQUES EL SISTEMA DYNACORD, ¿RECUERDAS? LO INTERCONECTAMOS AL SISTEMAS DE SONIDO DEL TEATRO, COSA QUE NO HICIERON LOS MEMPHIS Y ESO ESTABLECIÓ UNA DIFERENCIA A FAVOR NUESTRO, AUNADO A LO DE PANCHO Y FRANCISCO LL. ... RECUERDO QUE ESE DÍA, EL DE SAN JOSÉ DE LOS TEQUES, FUÉ EXTENUANTE PARA MÍ... HABÍAMOS TOCADO EL VIERNES EN LA NOCHE EN LOS QUINCE AÑOS DE UNA CHICA DE APELLIDO MONTEVERDE EN EL ROSAL... Y EL SÁBADO YO TENÍA EXAMEN DE DERECHO ROMANO EN LA UCAB A LAS 7 AM... JA JA FUI A PRESENTAR EL EXAMEN EN SMOKING, BUENO, LO QUE QUEDABA DE ÉL... SALÍ DE LA UCAB A LAS 9 Y ALGO, LLEGUÉ A CASA, ME CAMBIÉ, FUIMOS AL ROSAL, RECOGIMOS EL EQUIPO Y NOS FUIMOS A LOS TEQUES... NO CREO QUE LOS MEMPHIS HAYAN TENIDO UNA AGENDA TAN APRETADA COMO LA NUESTRA.... AL MENOS ESE FIN DE SEMANA... JA JA JA


Sigo: Otro día tocamos en el Alberto de Paz y Mateos con los Darts, pero fue la contraparte de la tarde del San José. Francisco tuvo un problema con su amplificador, ¿o sería una cuerda rota? y decidió no tocar y dejarnos sin primera guitarra. Tristemente esa noche oímos abucheos y salimos por la puerta de atrás. Que vergüenza y eso que pensábamos que éramos mejores que los Darts. Poco tiempo después Francisco salió del grupo, aunque no recuerdo si fue por esto o por sus estudios. Ya le preguntaré.

Nuevamente estábamos sin primera guitarra. Carlos me recuerda que intentamos tocar con solo 3 instrumentos, batería, una guitarra y bajo, tipo los Holidays y así tocamos en el Bar K de Playa Azul y en un par de fiestas, pero creo que no llenábamos sonido y teníamos que buscar otro músico. Alguien nos habló de un gringo-español que tocaba teclados y fuimos a La Florida a conocerlo. Creo que llegamos a él, gracias a su hermano Alejandro Almaral, a la sazón amigo de Pancho. Allí comenzó la tercera gran etapa de Los Blusters, ahora con Charly Almaral en los teclados. El Farfisa de Charly le daba al sonido “bluster” otra dimensión. Además de que cantaba en inglés (I started a joke, Crossroads). Lo recuerdo en una fiesta en casa de los Vegas, donde cantaba Crossroads, moviendo sus pantalones campana marrones, micrófono en mano.

En agosto de 1968 viajé a Boston y de regreso traje conmigo una buena cantidad de discos de 45 y LP en mi maleta. Un disco en especial venía, de un grupo nuevo llamado Steppenwolf y en él, un tema que sobresalía y que inmediatamente sacamos, convirtiéndose de una vez, en el símbolo de los Bluster´s y de toda una generación. Sería de allí en adelante el tema de cierre de todas las fiestas y conciertos. Al año siguiente, una película lo iba a inmortalizar. Otro ícono de nuestra generación… ¡Easy Rider!! 



En los años 1968 y 1969, se organizaron en Caracas una serie de conciertos, llamados "Experiencias Psicotomiméticas".  Con la participación de grandes bandas de la época como Love Depression, Memphis, Nasty Pillows, Los Snobs (Eddie), Los Boneville (otro carro) y hasta Trino Mora y Carlos Moreán, producidos por Jesús Ignacio Pérez Perazzo, a la sazón director de la orquesta Venezuela Pop. Amenizados estos conciertos por el Cappy Doncella (¿recuerdan Hippie, Happy, Cappy?), se llevó el rock "venezolano" a teatros, conchas acústicas y hasta se grabaron dos discos LP. 



Pues, gracias a la amistad (o parentesco?) de Pancho con Jesús Ignacio, se pudieron meter los Blusters en la segunda de las "Experiencias". Así que nos montamos en tarima. Mucha emoción y miedo por la presentación, la cual iba a ser transmitida en vivo por radio. Con solo pensar en montarnos en una gran tarima con aquellos grupos, nos daba un gran susto, para no llamarlo de otra manera... Desgraciadamente el Walde se enfermó aquél día (¿sería del miedo?) y cayó en cama con fiebre y sin voz...! Ya no había vuelta atrás. Pancho cantaría sus canciones, aunque en un concierto como ese, no cabían las baladas y Pancho era "el Engelbert" del grupo. No sé si Charly cantó Crossroads, pero a mí me tocó cantar, por primera vez, Born to be Wild, que debe haber sido un desastre, porque ni la letra sabía bien (creo que el Walde tampoco!...) Get your motor runnin'...Head out on the highway...Looking for adventure...In whatever comes our way...

Además de que mi voz no era (ni es) nada privilegiada, con el susto, ni me salía...  No recuerdo otras canciones y creo que ni nos quedamos a oír a las otras bandas. Nos fuimos a la casa del Walde, donde nos estaba esperando con lágrimas en los ojos. Con un grabadorcito de cinta, ¡de pilas!, pegado a un radio de transistores, había grabado las canciones que pudimos tocar. En esa época eran apenas los inicios del grabador de casettes, pero el Walde no tenía posibilidades de esos lujos...  Para oír lo grabado, recuerdo que ayudaba a la cinta a dar vueltas... o sea que no eran Ray-o-Vac! ¡Creo que el grabadorcito se autodestruyó después de la reproducción, porque nunca más supimos de la gracabión!

Por supuesto, en ninguno de los LP´s de las Experiencias Psicotomiméticas fuimos incluidos. Solo nos quedó el recuerdo de aquél susto y algunas fotos magistralmente tomadas por la Nikon de Alejandro Almaral (Alex), las cuales lamentablemente se perdieron en el tiempo.


De cualquier modo, 1969 ya era el declive de los Blusters. Los estudios de medicina, tanto de Pancho como míos, incluidas ya las guardias, dejaban poco tiempo para ensayar. Más bien, en aquel entonces preferíamos utilizar ese tiempo en otras cosas, que a esa edad parecían más placenteras y ciertamente más recompensantes, por ejemplo las novias... (20 años después nos daríamos cuenta que fue un error). En todo caso, después de las malas experiencias del Teatro Alberto de Paz y Mateos y la de la concha acústica, creo que habíamos ya perdido algo de aquel "feeling"...

Eran tiempos de fiestas psicodélicas, con luces negras y adornos fosforescentes. Año de la llegada del hombre a la luna. Año de Woodstock. Todo el mundo amaba a los hippies. Algunos amigos ya conocía la "yerba" y en las fiestas de la "alta sociedad" el consumo de "esas cosas" era de rutina (las comillas deben ser interpretadas literalmente). No era muy divertido tocar en esas fiestas, que de paso, casi siempre terminaban mal, sobre todo con la esposa del dueño de la casa en la cama con un respetable invitado. Nosotros, lejos de eso, como jovencitos que éramos, simplemente veíamos aquello como una excentricidad. 


Waldemar ya se había casado con Maria Elena y había nacido la Mimi, la primera nieta bluster, así que tenía menos tiempo para sus tareas como representante. Pancho, ya de novio con María Antonieta y estudiando un año más adelantado que yo, fue el primero en salir de los Bluster´s. Salió del grupo en 1971 e intentamos sustituirlo con otros bateristas, pero algunos se aceleraban, otros perdían velocidad y lo peor es que ninguno cantaba. Aprenderse todo el repertorio no era tampoco fácil. Recuerdo a Raúl Jaimes, que vivía en La Floresta. Un 31 de diciembre tocábamos después de las 12 en la casa de uno de los Boulton en Los Guayabitos. Lo pasamos buscando después del cañonazo y arrancamos hacia esa zona casi rural. Recuerdo que los cueros de la batería se aflojaron con el frío y la humedad y hubo que calentarlos con fósforos. Creo que fue el último toque de los Blusters y según mis cálculos debió ser el 1 de enero de 1972.

Justamente fue en aquel año 1972, cuando culminaron mis estudios. Ya en el internado de 6° año, los ensayos y toques se hicieron casi imposibles, sobre todo por las guardias y pasantías, así que ese mismo año decidimos concluir esa etapa tan bella de nuestras vidas. Cada quien tomo su camino e incluso hasta vendimos los equipos (grave error). No imaginaríamos que 17 años después, la vida se encargaría de reunirnos nuevamente, esta vez en un grupo que llamaríamos "Blusters y asociados".

-próxima entrega- Blusters Reloaded.








sábado, 20 de junio de 2015

Cumpleaños siciliano

SIRACUSA - ORTIGIA

Después de salir de Ragusa y tras una breve parada en Marina di Ragusa, seguimos nuestro camino hacia Siracusa. Había escogido un BB en la Isola di Ortigia, patrimonio arqueológico y con seguridad la zona más hermosa de Siracusa. Nos costó conseguir el hotel, porque la Vía dell Castello Maniace no aparecía ni en el GPS, así que tuvimos que preguntar a unos taxistas, quienes a su vez tuvieron que llamar al hotel, para después explicarnos en perfecto italiano como llegar. Al llegar nos percatamos que valió la pena la elección, no solo por la ubicación, sino por lo hermoso de la habitación, las vistas y por supuesto el desayuno (es un bed and breakfast...).
Llegamos temprano a Siracusa y nos dieron inmediatamente la habitación. Salimos a almorzar y por supuesto a conocer Ortigia y tomar fotos.




La isla de Ortigia es la zona más antigua de Siracusa y sus calles y plazas están llenas de historia. Es una delicia caminar hasta la Piazza del Duomo, donde la visita a la Catedral constituye el punto central.





Al atardecer sentados en la terraza del hotel, con un par de copas de vino y antipasti que amablemente nos trajeron los muchachos del hotel, pudimos disfrutar de una puesta de sol espectacular.






Por la noche buscando un lugar donde cenar, nos topamos con una banda de jazz, tocando en una callejuela, cuya música le rindió homenaje a la memoria del pure. In the mood, When the saints go marching in, Hello Dolly!! Un día especial ese sábado 25 de abril, que como dije, empezó con el recuerdo de "un Domingo de Pascua en una aldea siciliana" y terminó con la música de big bands que tanto disfrutaba el Gran Pure, como le dice MT.






MONTE ETNA Y TAORMINA

Como dirían los chamos, "coronamos" el viaje a Sicilia en esta bellísima región, que habíamos escogido para la celebración del cumpleaños de Francis, Taormina. 
El 26 salimos de Siracusa y encontraríamos el Monte Etna en la vía, ocasión perfecta para subir y vivir esa experiencia única. Si bien ya habíamos estado en las laderas del Fuji y el Vesubio, nunca en la vida tan cerca del cráter de un volcán. A decir verdad, si bien no subimos hasta el cráter principal del Etna, me conformé con caminar hasta uno de los cráteres formados en alguna de sus erupciones y tomarme un selfie. 
Fotos en la nieve, rocas volcánicas de recuerdo, Arancini y una Birra Moretti... para todo lo demás...






Llegamos a Taormina temprano en la tarde del 26. El Atahotel Capotaormina fue "la guinda de la torta". Bellísimo hotel, con una vista no solo del mar, sino del Monte Etna. No me cansé de tomar fotos desde el balcón de la habitación. 





El pueblo queda bastante más arriba de la costa, en el Monte Taurus y hay autobuses del hotel que trasladan a los huéspedes hasta allá. Esta bella población, por cierto nada apacible, dada la inmensa cantidad de turistas volcados en las calles, es casi toda peatonal. Tiendas se alternan con restaurantes y galerías de arte en un ambiente festivo. Buen lugar para celebrar el cumpleaños de Francis. 






El 27 bajamos a la piscina y la playa a tomar el sol. Me atreví a nadar en la piscina, a pesar de los 2ºC de temperatura del agua. En el mar no me atreví, no solo por la temperatura, sino por el oleaje y por unas rocas amenazantes. ¡Susto! Prefiero Morrocoy o Margarita.





La cumpleañera se dio un masaje en el spa y quedó lista para la noche. Subimos a Taormina a cenar y después de recorrer varios lugares, escogimos la Trattoria Il Ciclope para comer y brindar por toda la familia, especialmente por la homenajeada.


¡Feliz cumpleaños mi cielo! ¡Salud!

Ya el 28 teníamos que despedirnos de Taormina y de Sicilia. Había que manejar unas cuantas horas por la costa norte de la isla, desde Messina hasta Palermo, a tomar nuevamente el ferry de regreso a Nápoles y al día siguiente el avión a Madrid. Todo tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos estaríamos ya en casa. Lamentablemente esa noche en el barco tuvimos muy mal tiempo y "el bicho" como diría Daniel, se movió como coctelera. Esta vez Francis no pudo dormir, no por mis ronquidos, sino por el mareo. 





Llegamos a Nápoles al amanecer del 29, con la misma nos fuimos al aeropuerto y tomamos el avión a Madrid, donde de nuevo en el Innside Madrid Genova finalmente nos pudimos relajar. Había que ir donde Beatriz a comprar el bellota y otras delicias para llevar a Caracas. Cenar en Chueca y con una copa de vino despedirnos de esa, mi ciudad preferida... ¡Madrid, Madrid, Madrid!