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lunes, 4 de noviembre de 2013

De regreso a Vancouver

La semana de Alaska fue un sueño. Creo que pocos viajes han sido tan plenos de emociones. Mucha gente habla del Perito Moreno y es una materia pendiente para nosotros, pero el haber volado y descendido sobre el glaciar Mendenhall, luego llegar a través del lago del glaciar Davidson, a la playa de deshielo "mesma" y por último haber navegado en canales de Glacier Bay, frente a estos monumentos de hielo, hicieron este crucero inolvidable. Altamente recomendable para los que gustan de la naturaleza y sobre todo del frío glacial!
Llegamos el sábado 28 de septiembre de regreso a Vancouver, nuevamente en plena lluvia. No veríamos el sol sino hasta el jueves, después de un meeting "pasado por agua". Sin embargo, eso no podía amilanarnos y había que conocer mucho en Vancouver y sus alrededores, así que a tomar los impermeables y los paraguas y a la calle!
Esa noche hice reservaciones para cenar en Yew, Seafood Restaurant and Oyster Bar, ubicado en el hotel Four Seasons. No me equivoqué al hacer esta selección http://www.yewseafood.com/ 
Comimos una paella marinera, que estaba, como diría la prima Marlen: ¡del más allá!. Como en la mejor tasca de Barcelona con Max y Nico!.


Ni les cuento el tamaño de los mejillones, los langostinos y hasta los granos de arroz. Vale la pena acotar que todo lo que son conchas, particularmente las ostras y los mejillones, son por estas latitudes, de un tamaño extraordinario y por la frescura son realmente una delicia. En relación a las primeras, no son simplemente "ostras". Tienen en estos países, al igual que en el Reino Unido, nombres y apellidos, a la buena usanza de la realeza británica (saludos a CB y ME!). En cada oyster bar, se puede hacer una cata de diferentes tipos, acompañadas de un buen espumante. Esto es un aperitivo imperdible, para todo aquel que disfrute de estos manjares del mar.
Solo para que se den una idea, pueden encontrar una "listica" de ostras, con notas de cata,  en http://cdnob.responsiveny.com/pdf/oysterlist.pdf.




Lo único malo de estos platos es que le cobran a uno entre $2 y $3 por cada ostra, dependiendo de su origen y tamaño... es decir...! Calculen! De todos modos, pídanlas para compartir y no se arrepentirán.
Como dice Anabel: "los gustos en vida". Al salir del Yew, lógicamente seguía lloviendo y no nos quedó otra que regresar al hotel.

El domingo 29 decidimos tomar el BigBus (sightseeing) y dar una vuelta a Vancouver. El bus es un hop-on hop-off, con múltiples paradas, principalmente en lugares de interés turístico. Una buena noticia para Pancho y Jorgito, los mayores de 65 tenemos rebaja!! Esa tarde, a causa de la lluvia, no pudimos bajar en ninguna sitio. Finalmente, cuando pasábamos por el barrio chino, ya cayendo menos agua y calculando estar cerca del hotel, bajamos a comer algo... ¡grave error!. Después de una comida asquerosa, la cual gracias a Dios, no nos intoxicó, probablemente gracias a las cervezas, regresamos caminando bajo la lluvia (walking in the rain with the one I love...).


El lunes Francis iría en la mañana al Convention Center y me quedé haciendo ejercicios en el hotel. Desayuno en Caffe Artigiano, lugar que repetimos varias días, lo cual nos dio la oportunidad de probar el Breakfast Panini, el Smoked Salmon Bagel y el Prosciuto Breakfast Sandwich, acompañados por supuesto de un delicioso café). Luego a esperar el regreso de Francis para tomar nuevamente el BigBus. Esta vez si pudimos bajar en Sunset Beach y tomar el ferry a Granville Island.




Granville Island, es uno de los lugares más visitados en Vancouver. Su principal atractivo, además de la cervecería, es un gran mercado de alimentos frescos, en el cual se pueden comprar desde grandes salmones hasta todo tipo de crustáceos y moluscos. La presentación impecable y no se percibe el olor de pescadería, igualito que en Chacao... Los mariscos son exhibidos en tanques, aireados y con el agua corriendo permanentemente. Había que comer allí y así lo hicimos. Una sopa thai con todo tipo de frutos del mar... es decir!!, nuevamente, ¡del más allá!, aunque picantísima!!!





Del mercado pasamos a Granville Island Brewery, impelable para los que amamos la cerveza. Nada menos que una cata de cervezas. ¡Como la hubiera disfrutado el X...Jeje!



De regreso de Granville nos bajamos en Gastown, hermoso barrio de calles empedradas, hermosos cafés y tiendas, cuyo emblema es un bellísimo reloj que funciona a vapor.





El día martes 1 de octubre, Francis decidió disfrutar todo el día del meeting, así que la comai y yo nos fuimos a Stanley Park a pasear y conocer el Vancouver Aquarium. Si bien el día estuvo nublado, el clima fue benevolente y pudimos caminar el parque sin la compañía de la lluvia.
En el acuario me pude enterar que lo que comimos como aperitivo en Blue Water Café, llamado Jellyfish, de paso muy sabroso, era medusa, mejor conocida en Venezuela, como ¡aguamala...!!


Tuvimos la oportunidad de conocer un animal que, con un poco de imaginación, podría ser el eslabón perdido en el mar: la ballena beluga (Delphinapterus leucas). Inteligencia comparable a los delfines. Los llaman los canarios del mar por el tono de su voz. Tienen uno pliegues ventrales cuyo movimiento simula las piernas de una persona (o de una sirena??) nadando.



Tienen labios, que les permiten escupir el agua y hasta sonríen... o sea! Hay videos en youtube de belugas gesticulando y hasta tratando de imitar la voz humana, aunque estos últimos no parecen muy auténticos.



Después de ver la demostración de las belugas, el show de los delfines y la marcha de los pingüinos, seguimos la visita del parque Stanley y caminamos hasta los "Totem Poles", símbolos de British Columbia e incluso de Alaska, donde no podía faltar una tienda de souvenirs. No pude resistir el deseo de comprar un recuerdo en ese lugar. Un bajista de latón... Jejeje!



NÓTESE EL NOMBRE DEL VINO (CORTESÍA DE CARLOS B)

Ya a estas alturas había que regresar a buscar a Francis, porque ya el clima amenazaba de nuevo lluvia... y cumplió. Esa tarde noche nos cayó el aguacero mayor!! Ya con Francis, caminamos por Robson Street viendo tiendas y comprando los consabidos recuerditos. Cena en un restaurant japonés, sin nombre pero muy bueno por cierto, empapados hasta los "tequeteques" regresamos ya tarde al hotel.


Al día siguiente alquilaríamos un carro para ir a los viñedos, sí, leíste bien, viñedos, en Fraser Valley. Después de visitar 4 viñedos y comprar unos buenos vinos, ya de regreso a Vancouver, paramos en un restaurant llamado Cielo´s, en White Rock. Excelente!. Para variar... ostras!!



Próxima entrega: Whistler.

Fotos de Vancouver en:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/Vancouver

Fraser Valley:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/FraserValleyElValleDeLosVinos?authkey=Gv1sRgCLrYlaqWnrylMA



domingo, 3 de noviembre de 2013

Nuestros amigos del Sapphire

El Sapphire Princess, durante 1 semana, se constituyó en nuestra segunda casa. El compartir con unos cuantos mesoneros, camareros, fotógrafos, de todas las nacionalidades, desde un mesonero filipino, hasta una médica venezolana que trabaja en el spa, pasando por masajistas asiáticas, camareros latinoamericanos y un sin fin de personas de todas las latitudes, hacen que por momentos uno se sienta como en la torre de Babel.
Este blog rinde homenaje a estos seres "sin nombre" que trabajan  para hacer del crucero una experiencia inolvidable. A ellos nuestro reconocimiento.









Saludos. Nos vemos en el próximo crucero, probablemente a Hawai.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Ketchikan: águilas y cangrejos.

Entramos a Ketchikan bajo un aguacero y ya se había anunciado que esta lluvia no pararía en varios días, de hecho los lugareños dicen que en Ketchikan llueve 360 días al año y ya para 2013 tuvieron sus 5 días secos. Creo que Hipólito y Nancy disfrutaron de uno de esos cinco...!
La excursión de ese día (Bering Sea Crab Fishermen Tour), la haríamos en un barco "cangrejero" (ups!), el Aleutian Ballad.
El Aleutian Ballad fue un barco pesquero del mar de Bering, ahora dedicado al turismo. Tiene una historia de terror, cuando fue volteado de lado por una ola gigante en 1960. Este evento quedó grabado en video y difundido en la famosa serie de Discover TV "Deadliest Catch" http://dsc.discovery.com/tv-shows/deadliest-catch


En el barco nos dotaron de inmensos impermeables y guantes para quien lo deseara, así que pudimos navegar cómodamente bajo la lluvia y el frío polar. Gracias a Dios, esta gente si sabe hacer turismo. En cualquier excursión dotan al turista de impermeables, botas, paraguas, lo que sea con tal de que las cosas salgan bien y el turista esté feliz (¿será que allí también hay viceministerio de suprema felicidad?).
Claro, me dirán los pitichavez, que en Morrocoy los peñeros también te dotan de salvavidas, careta y hasta tanque de buceo por si acaso. Quiero ver ese por si acaso! Allá lo único que se mantendría a flote es la cava de cervezas...uff!! Como diría el Príncipe: no es por tanto ni por mucho menos!
La travesía se hace por lo que se denomina el Inside Passage. De hecho todo el crucero se realiza por este pasaje, por lo cual el barco queda protegido de grandes olas del Pacífico Norte y más bien parece navegar por un lago.


No se le ocurre a uno que los cangrejos se pescan y menos en un barco como ese. Al menos yo no lo había pensado. Creía que los agarraban entre las piedras, como en Macuto...Jeje! Sin embargo, gracias a Dios que estos tipos de cangrejos no andan caminando por las playas.


La primera parada del Aleutian es frente a una isla, que es parte de la reserva biológica de Alaska, en este caso de águilas calvas (especie en extinción). En ese lugar pude tomar las fotos más espectaculares que haya logrado jamás, subidas en el album "The Bald Eagle Flight". El simple artilugio de lanzar pescados al mar, sirve de señuelo para que las águilas se acerquen a buscar alimento fácil. Turismo del más sofisticado (¡pitiyaaaanquiii...!!!). Claro, poniendo la cámara en ráfaga y con tremendo zoom, alguna me tenía que quedar buena. En los 60s no sé que habríamos hecho Pancho y yo con las cámaras "de rollito".





A la pesca del King Crab.

Dos especies de cangrejos fuimos a pescar. Simplemente la profundidad de las nasas, dejadas en días anteriores, sirve para la selección. La primera pesca fue el llamado Dungeness Crab. Es un cangrejo de cuerpo grande, robustas macanas y patas cortas, el cual según dijeron los pescadores, es muy agresivo.


No piensen que comimos cangrejo ese día. Los "bichos", como diría ese Daniel, son regresados al mar. Recuerden, es turismo...
Seguimos con el rey, el King Crab o Stone Crab. Si bien de la misma superfamilia de la centolla o centollo (Lithodoidae), son géneros diferentes.
El primero capturado fue un Red King Crab, de patas más largas y delgadas. A este pudimos agarrarlo porque no es tan agresivo.



La siguiente nasa estaría sumergida a mayor profundidad y allí estarían atrapados cangrejos más grandes, aunque todavía no lo suficiente para la mesa... al menos no para la mesa de ellos, porque eran los "bichos" más grandes que haya visto en mi vida (vivos o muertos). De todos modos, como dije, esto es puro turismo y había que devolver a los animales al mar y esperar a mediados de octubre, cuando se inicia la temporada de cangrejos del mar de Bering.



Posteriormente sacan un barril, que sirve para capturar pulpos. Este por cierto bastante pequeño (también para ellos).


Finalmente, cumplida la tarea, regresamos a puerto, sin mucho tiempo para visitar el pueblo. Solo tomar una foto a Abi Francis con un oso, dedicada al nieto Alejandro.

BESOS A ALE!... 
y a Andrea, Diego, Andres, Alessia, Ainhoa, Rick, Vero e Iker!!

Más fotos de Ketchikan en:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/KetchikanBeringSeaCrabFishermenTour?authkey=Gv1sRgCLeQ2pL50LGc-AE

Próxima entrega: Whistler. Paraíso de esquiadores (y ciclistas)