La semana de Alaska fue un sueño. Creo que pocos viajes han sido tan plenos de emociones. Mucha gente habla del Perito Moreno y es una materia pendiente para nosotros, pero el haber volado y descendido sobre el glaciar Mendenhall, luego llegar a través del lago del glaciar Davidson, a la playa de deshielo "mesma" y por último haber navegado en canales de Glacier Bay, frente a estos monumentos de hielo, hicieron este crucero inolvidable. Altamente recomendable para los que gustan de la naturaleza y sobre todo del frío glacial!
Llegamos el sábado 28 de septiembre de regreso a Vancouver, nuevamente en plena lluvia. No veríamos el sol sino hasta el jueves, después de un meeting "pasado por agua". Sin embargo, eso no podía amilanarnos y había que conocer mucho en Vancouver y sus alrededores, así que a tomar los impermeables y los paraguas y a la calle!
Esa noche hice reservaciones para cenar en Yew, Seafood Restaurant and Oyster Bar, ubicado en el hotel Four Seasons. No me equivoqué al hacer esta selección http://www.yewseafood.com/
Comimos una paella marinera, que estaba, como diría la prima Marlen: ¡del más allá!. Como en la mejor tasca de Barcelona con Max y Nico!.
Ni les cuento el tamaño de los mejillones, los langostinos y hasta los granos de arroz. Vale la pena acotar que todo lo que son conchas, particularmente las ostras y los mejillones, son por estas latitudes, de un tamaño extraordinario y por la frescura son realmente una delicia. En relación a las primeras, no son simplemente "ostras". Tienen en estos países, al igual que en el Reino Unido, nombres y apellidos, a la buena usanza de la realeza británica (saludos a CB y ME!). En cada oyster bar, se puede hacer una cata de diferentes tipos, acompañadas de un buen espumante. Esto es un aperitivo imperdible, para todo aquel que disfrute de estos manjares del mar.
Solo para que se den una idea, pueden encontrar una "listica" de ostras, con notas de cata, en http://cdnob.responsiveny.com/pdf/oysterlist.pdf.
Lo único malo de estos platos es que le cobran a uno entre $2 y $3 por cada ostra, dependiendo de su origen y tamaño... es decir...! Calculen! De todos modos, pídanlas para compartir y no se arrepentirán.
Como dice Anabel: "los gustos en vida". Al salir del Yew, lógicamente seguía lloviendo y no nos quedó otra que regresar al hotel.
El domingo 29 decidimos tomar el BigBus (sightseeing) y dar una vuelta a Vancouver. El bus es un hop-on hop-off, con múltiples paradas, principalmente en lugares de interés turístico. Una buena noticia para Pancho y Jorgito, los mayores de 65 tenemos rebaja!! Esa tarde, a causa de la lluvia, no pudimos bajar en ninguna sitio. Finalmente, cuando pasábamos por el barrio chino, ya cayendo menos agua y calculando estar cerca del hotel, bajamos a comer algo... ¡grave error!. Después de una comida asquerosa, la cual gracias a Dios, no nos intoxicó, probablemente gracias a las cervezas, regresamos caminando bajo la lluvia (walking in the rain with the one I love...).
El lunes Francis iría en la mañana al Convention Center y me quedé haciendo ejercicios en el hotel. Desayuno en Caffe Artigiano, lugar que repetimos varias días, lo cual nos dio la oportunidad de probar el Breakfast Panini, el Smoked Salmon Bagel y el Prosciuto Breakfast Sandwich, acompañados por supuesto de un delicioso café). Luego a esperar el regreso de Francis para tomar nuevamente el BigBus. Esta vez si pudimos bajar en Sunset Beach y tomar el ferry a Granville Island.
Granville Island, es uno de los lugares más visitados en Vancouver. Su principal atractivo, además de la cervecería, es un gran mercado de alimentos frescos, en el cual se pueden comprar desde grandes salmones hasta todo tipo de crustáceos y moluscos. La presentación impecable y no se percibe el olor de pescadería, igualito que en Chacao... Los mariscos son exhibidos en tanques, aireados y con el agua corriendo permanentemente. Había que comer allí y así lo hicimos. Una sopa thai con todo tipo de frutos del mar... es decir!!, nuevamente, ¡del más allá!, aunque picantísima!!!
Del mercado pasamos a Granville Island Brewery, impelable para los que amamos la cerveza. Nada menos que una cata de cervezas. ¡Como la hubiera disfrutado el X...Jeje!
De regreso de Granville nos bajamos en Gastown, hermoso barrio de calles empedradas, hermosos cafés y tiendas, cuyo emblema es un bellísimo reloj que funciona a vapor.
Al día siguiente alquilaríamos un carro para ir a los viñedos, sí, leíste bien, viñedos, en Fraser Valley. Después de visitar 4 viñedos y comprar unos buenos vinos, ya de regreso a Vancouver, paramos en un restaurant llamado Cielo´s, en White Rock. Excelente!. Para variar... ostras!!
Próxima entrega: Whistler.
Fotos de Vancouver en:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/Vancouver
Fraser Valley:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/FraserValleyElValleDeLosVinos?authkey=Gv1sRgCLrYlaqWnrylMA
Llegamos el sábado 28 de septiembre de regreso a Vancouver, nuevamente en plena lluvia. No veríamos el sol sino hasta el jueves, después de un meeting "pasado por agua". Sin embargo, eso no podía amilanarnos y había que conocer mucho en Vancouver y sus alrededores, así que a tomar los impermeables y los paraguas y a la calle!
Esa noche hice reservaciones para cenar en Yew, Seafood Restaurant and Oyster Bar, ubicado en el hotel Four Seasons. No me equivoqué al hacer esta selección http://www.yewseafood.com/
Comimos una paella marinera, que estaba, como diría la prima Marlen: ¡del más allá!. Como en la mejor tasca de Barcelona con Max y Nico!.
Ni les cuento el tamaño de los mejillones, los langostinos y hasta los granos de arroz. Vale la pena acotar que todo lo que son conchas, particularmente las ostras y los mejillones, son por estas latitudes, de un tamaño extraordinario y por la frescura son realmente una delicia. En relación a las primeras, no son simplemente "ostras". Tienen en estos países, al igual que en el Reino Unido, nombres y apellidos, a la buena usanza de la realeza británica (saludos a CB y ME!). En cada oyster bar, se puede hacer una cata de diferentes tipos, acompañadas de un buen espumante. Esto es un aperitivo imperdible, para todo aquel que disfrute de estos manjares del mar.
Solo para que se den una idea, pueden encontrar una "listica" de ostras, con notas de cata, en http://cdnob.responsiveny.com/pdf/oysterlist.pdf.
Lo único malo de estos platos es que le cobran a uno entre $2 y $3 por cada ostra, dependiendo de su origen y tamaño... es decir...! Calculen! De todos modos, pídanlas para compartir y no se arrepentirán.
Como dice Anabel: "los gustos en vida". Al salir del Yew, lógicamente seguía lloviendo y no nos quedó otra que regresar al hotel.
El domingo 29 decidimos tomar el BigBus (sightseeing) y dar una vuelta a Vancouver. El bus es un hop-on hop-off, con múltiples paradas, principalmente en lugares de interés turístico. Una buena noticia para Pancho y Jorgito, los mayores de 65 tenemos rebaja!! Esa tarde, a causa de la lluvia, no pudimos bajar en ninguna sitio. Finalmente, cuando pasábamos por el barrio chino, ya cayendo menos agua y calculando estar cerca del hotel, bajamos a comer algo... ¡grave error!. Después de una comida asquerosa, la cual gracias a Dios, no nos intoxicó, probablemente gracias a las cervezas, regresamos caminando bajo la lluvia (walking in the rain with the one I love...).
El lunes Francis iría en la mañana al Convention Center y me quedé haciendo ejercicios en el hotel. Desayuno en Caffe Artigiano, lugar que repetimos varias días, lo cual nos dio la oportunidad de probar el Breakfast Panini, el Smoked Salmon Bagel y el Prosciuto Breakfast Sandwich, acompañados por supuesto de un delicioso café). Luego a esperar el regreso de Francis para tomar nuevamente el BigBus. Esta vez si pudimos bajar en Sunset Beach y tomar el ferry a Granville Island.
Granville Island, es uno de los lugares más visitados en Vancouver. Su principal atractivo, además de la cervecería, es un gran mercado de alimentos frescos, en el cual se pueden comprar desde grandes salmones hasta todo tipo de crustáceos y moluscos. La presentación impecable y no se percibe el olor de pescadería, igualito que en Chacao... Los mariscos son exhibidos en tanques, aireados y con el agua corriendo permanentemente. Había que comer allí y así lo hicimos. Una sopa thai con todo tipo de frutos del mar... es decir!!, nuevamente, ¡del más allá!, aunque picantísima!!!
Del mercado pasamos a Granville Island Brewery, impelable para los que amamos la cerveza. Nada menos que una cata de cervezas. ¡Como la hubiera disfrutado el X...Jeje!
De regreso de Granville nos bajamos en Gastown, hermoso barrio de calles empedradas, hermosos cafés y tiendas, cuyo emblema es un bellísimo reloj que funciona a vapor.
El día martes 1 de octubre, Francis decidió disfrutar todo el día del meeting, así que la comai y yo nos fuimos a Stanley Park a pasear y conocer el Vancouver Aquarium. Si bien el día estuvo nublado, el clima fue benevolente y pudimos caminar el parque sin la compañía de la lluvia.
En el acuario me pude enterar que lo que comimos como aperitivo en Blue Water Café, llamado Jellyfish, de paso muy sabroso, era medusa, mejor conocida en Venezuela, como ¡aguamala...!!
Tuvimos la oportunidad de conocer un animal que, con un poco de imaginación, podría ser el eslabón perdido en el mar: la ballena beluga (Delphinapterus leucas). Inteligencia comparable a los delfines. Los llaman los canarios del mar por el tono de su voz. Tienen uno pliegues ventrales cuyo movimiento simula las piernas de una persona (o de una sirena??) nadando.
Tienen labios, que les permiten escupir el agua y hasta sonríen... o sea! Hay videos en youtube de belugas gesticulando y hasta tratando de imitar la voz humana, aunque estos últimos no parecen muy auténticos.
Después de ver la demostración de las belugas, el show de los delfines y la marcha de los pingüinos, seguimos la visita del parque Stanley y caminamos hasta los "Totem Poles", símbolos de British Columbia e incluso de Alaska, donde no podía faltar una tienda de souvenirs. No pude resistir el deseo de comprar un recuerdo en ese lugar. Un bajista de latón... Jejeje!
NÓTESE EL NOMBRE DEL VINO (CORTESÍA DE CARLOS B)
Ya a estas alturas había que regresar a buscar a Francis, porque ya el clima amenazaba de nuevo lluvia... y cumplió. Esa tarde noche nos cayó el aguacero mayor!! Ya con Francis, caminamos por Robson Street viendo tiendas y comprando los consabidos recuerditos. Cena en un restaurant japonés, sin nombre pero muy bueno por cierto, empapados hasta los "tequeteques" regresamos ya tarde al hotel.
Próxima entrega: Whistler.
Fotos de Vancouver en:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/Vancouver
Fraser Valley:
https://picasaweb.google.com/105466676373743580884/FraserValleyElValleDeLosVinos?authkey=Gv1sRgCLrYlaqWnrylMA
1 comentario:
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