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martes, 8 de octubre de 2013

La despedida



1970

Los Beatles anunciaron su disolución en abril, evento que llevó a una "depresión" colectiva. La grandiosa década de los sesenta, con el sello de Paul, John, George y Ringo, nos dejaría marcados de por vida. ¿Quién no se enamoró con Yesterday o Michelle? ¿Quién no brincó y sigue brincando con I saw her standing there, o Twist and shouts? La música no sería la misma sin esos cuatro. 

Una película dejaría plasmados para la historia los últimos momentos y sobre todo la tristeza que los embargaba. John y Yoko juntos ya habían decretado el final. No sabían en ese momento que 10 años después, el destino decretaría también el suyo. Nos quedamos con las ganas de ver a los Beatles en concierto por estos lares, pero Dios permitió que pudieramos ver recientemente a Paul en Orlando... y hasta un par de días seguidos! ¡Que grande sigue siendo a pesar de sus 71 años!



Otro Rock.
  
Signado quizás por los años más sangrientos de la guerra de Vietnam, la música tomaba otro rumbo.
Desde finales de los 60, con Jimmy Hendrix, Cream y Steeppenwolf, el sonido del rock se hacía cada vez más fuerte y ya en los 70, liderizado por Black Sabbath y Deep Purple, el rock se transformaría en lo que se conocería como Heavy Metal. La protesta contra la guerra era un factor de unión de los jóvenes, quienes se reunían en grandes explanadas, durante días a oír esta estruendosa música y consumir alucinógenos... 



El sonido "Bluster", si bien con Born to be Wild, Strange Brew y Satisfaction se acercaba por momentos al Metal, era más "tipo Beatles" y la distorsión de las guitarras no era como para amenizar reuniones. El furor por el pop se veía disminuir, al menos en las fiestas de la "High". Por supuesto menos contratos significaba menos dinero... Los Bs. 512 mensuales que pagaba por mi escarabajo azul, ya frecuentemente los tenía que pagar mi papá. Gracias Pure!!! 
Todo conspiraba contra los Bluster´s, además de que el "Efecto Yoko Ono", también nos alcanzó...

No recuerdo la fecha de la última vez que tocamos o ensayamos. Tampoco como fue la despedida, pero antes de julio de aquel año 1970, ya los Blusters, al igual que nuestros ídolos, los Beatles, se habían disuelto. Ya mencioné que pasarían 20 largos años, para oír de nuevo Hang on Sloopy o Born to be Wild, saliendo de nuestras voces e instrumentos. Me dedicaría a los estudios y a la espeleología y con esta última, no podía faltar la fotografía. Claro que las fotos de la novia eran las que más abundaban en los álbumes.
Los paseos eran a la playa con los compañeros de estudios y las excursiones a las cuevas con los de la Sociedad de Espeleología, quedarían para Semana Santa o vacaciones de verano. Las reuniones en casa de Pancho ahora eran para jugar Black Jack y tomarnos el vino de la Sra. Olivares... Jeje!. Con el Oso Beltrán y el chino Lozada (con Z), pasábamos largas horas jugando y por supuesto apostando algún dinero. Las novias no eran afines entre ellas, o al menos entre algunas, lo cual no permitía reunirnos a todos juntos, así que fuimos distanciándonos sin darnos cuenta.
-¡Ciao Blusters!-

En septiembre de 1970 empezaba el 5to año de la carrera, un año por cierto bien difícil, porque después de aprobarlo ya no tendríamos más exámenes. Podías decir al terminar 5° año, que ya eras médico. Los profesores se afincaban en las evaluaciones y había que ir a los exámenes "puñaleado". No había mucho tiempo para otras cosas.  Ya las guardias del Policlínico de Los Teques se habían terminado y quedaban solo las de la Maternidad Concepción Palacios. De todos modos, algo de tiempo quedaba para las "distracciones".

Otro evento que nos golpeó ese año a los rockeros, fue la muerte de Jimmy Hendrix el 28 de septiembre del 70.  Probablemente el mejor guitarrista de rock de todos los tiempos, había muerto producto de las drogas y el alcohol. Un paréntesis en esa historia es, que debido a la edad de la muerte de Jimmy, precedido por la de Brian Jones y seguido poco tiempo después por Janis Joplin y al año siguiente Jim Morrison, todos de la misma edad, se formó el nefasto "Club de los 27", no por el número de integrantes sino por la edad en que murieron. Estos ejemplos sirvieron para reafirmarnos en nuestro rechazo de por vida a las drogas y con orgullo debo decir que a estad alturas de mi vida no puedo saber ni siquiera a que huele la "hierba". Años después Kurt Cobain y más recientemente Amy Winehouse entrarían en ese "selecto" club.

Debo reseñar un hecho que significó un hito en nuestra familia. No recuerdo si para ese año, o el siguiente, mi papá rescató un terreno en Río Chico, perdido después de la caída de Pérez Jiménez y donde construirían, a la orilla de un canal, una casa, a la cual bautizaron "Villa Canalimar". Esa casa permitiría que fuéramos a la playa, durante muchos años, prácticamente todas las semanas. Incluso el pure compró (¿o fue Zoilita?), una lancha la cual sirvió para toda clase de aventuras acuáticas. Zoilita recientemente nos hizo llegar fotos, que guardaba el pure, las cuales ellos se tomaron el trabajo de escanear! y que nos hicieron revivir aquellos momentos tan felices en "El Cangrejal". Gracias hermana!


Muchos recuerdos guardó esa casa, tanto de tíos y primos (¿te acuerdas Walter?), como de amigos, novias y más adelante de esposas(os) e hijos, quienes disfrutaron de aquellas playas y de los canales de aquel idílico paraje. Un pequeño tanque en la parte de atrás era lugar preferido por Hugo E, Alvaro Antonio, Mirentzu, Alfredo y Andrés. Más tarde vendrían Anacarina, Xavier, Charles Benny, David y Daniel. ¿Quien no recuerda la pesca con carretes desde la orilla de la playa, la sacada de guacucos y las carreras de guamitos? En la noche, más de una vez salimos a pescar troleando en los canales (nunca pescamos nada sino cauchos y raíces). Era por supuesto otra Venezuela, donde podíamos pasar los fines de semana tranquilos en aquél monte, sin otro temor salvo que llegara Fidel rascado a pedir dinero. Un clásico era el numerito de las arepas para el desayuno. El pure salía temprano a comprarlas y regresaba a final de la tarde, por supuesto con caja de cervezas "puestas". Al menos podíamos cenar con las arepas, aunque ya frías. No faltaba tampoco el lebranche, que buscabamos en La Boca, en la laguna de Tacarigua. Aquél idílico paraíso solo se empezaría a apagar, después del accidente, que sufrieron  en la lancha, Maria T, Gisela y una amiguita de Mariteche, mientras CB esquiaba y otro más grave, de quemaduras del pure, que lo hicieron permanecer 15 días en terapia intensiva y cuyo recuerdo le duró de por vida. Otra historia... Río Chico no sería ya igual.


En septiembre de 1970 empezaba el 5to año de la carrera, un año por cierto bien difícil, porque después de aprobarlo ya no tendríamos más exámenes. Podías decir al terminar 5° año, que ya eras médico. Los profesores se afincaban en las evaluaciones y había que ir a les exámenes "puñaleado". No había mucho tiempo para otras cosas.  Ya las guardias del Policlínico de Los Teques se habían terminado y quedaban solo las de la Maternidad Concepción Palacios. De todos modos, algo de tiempo quedaba para las "distracciones".

Diciembre de 1970.

Para esa navidad nuestro padre nos regaló, a CB y a mí, un crucero de 10 días en el Federico C. Los boletos costaron $410 cada uno, para un gran total de Bs. 3645 (bolívares realmente fuertes!!). Subimos en el puerto de La Guaira, el 19 de diciembre de 1979 a aquel "enorme" transatlántico de unas ¡21.000 toneladas!, . En esa época tocaban en este puerto una buena cantidad de barcos de crucero. Que tiempos aquellos.  Papá y mamá, junto con Anabel y Alvaro, Zoilita, María Teresa, Gisela, Koro e Irantzu, subieron al barco para despedirnos. Era un acontecimiento que no se podían perder. 



Después de la larga despedida, por la ausencia que tendríamos durante 10 días incluyendo la Navidad, el Tito y yo zarpamos rumbo a Port Everglades. Ya desde el primer momento iniciamos el consumo etílico, que signaría esas inolvidables vacaciones. No sé como hicimos para que rindieran tanto los pocos dólares que llevábamos, pero lo cierto es que desde el desayuno hasta la medianoche, nunca nos faltó el vil licor! Claro que no había que gastar en nada más!!. Hasta vino italiano tomábamos en las cenas. ¿Recuerdas el Valpolicella, CB? Fort Lauderdale, San Juan, St. Thomas, Martinica y Barbados fueron los puertos visitados en aquel extraordinario viaje. Única vez que he podido viajar a solas con mi hermano varón preferido...!. Algunas fotos quedaron para atestiguar lo bien que la pasamos.



Conocimos a unas mexicanitas y a un par de muchachas de Chuao, con quienes hicimos grupo y nos divertimos desde el primero hasta el último día bailando en la discoteca. Ya la última noche, por el cansancio acumulado y por ser yo "algo mayor"... 22 años..., me fui a dormir temprano. CB se quedó con las mejicanas y rumbeó hasta el amanecer. llegó al camarote diciendo solo “tequila, tequila”. Creo que fue la única oportunidad que lo vi con la lengua enredada... Jejeje! 




Para 1971 iniciamos el internado rotatorio. Pasantías por el Hospital Vargas, el de Niños, la Maternidad y el "ruralito" en medicaturas del estado Aragua, donde ya prácticamente actuábamos como médicos, nos permitieron sentirnos como tales. También el rural me permitió adquirir algunos conocimientos sobre el deporte nacional: el dominó. En la residencia de Villa de Cura, con los compañeros del ruralito, Domingo Guariglia, Luis González y el "Jimmy" Luis Arciniegas, el tiempo "libre" lo matábamos con las piedras en la mesa, hecho que me serviría después para poderme sentar con los suegros y cuñados, en cuanta reunión familiar se realizara, y se sigue realizando, ¡por los siglos de los siglos!

1972 fue un año convulsionado políticamente. Universidad intervenida de por medio, en diciembre de ese año nos graduaríamos de médicos, en medio de disturbios estudiantiles y una batalla campal en el Aula Magna. Tuvimos que salir de la Universidad, con toga y birrete escondidos, para no ser reconocidos por los “ñángaras”. Tere se encargó de llevar el atuendo. El título lo recibiríamos después por secretaría. Pocos días después de aquel inolvidable 8 de diciembre, me casé, lo cual significaría un abrupto final para aquella tan disfrutada y recordada adolescencia.

¡Salud y disfruten la vida!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo con Julio:
"Falta la continuacion" :)))
Excelente Hugo, me encanto!!!

biglosada@gmail.com dijo...

Continued... 20 años later!!